Cuando un niño es diagnosticado de TDAH, sus padres pueden atravesar diferentes estados de ánimo, mientras tratan de conocer el trastorno y su tratamiento. Algunos tienen una sensación de rechazo, a otros les preocupa que el TDAH pueda limitar el futuro de su hijo. Aceptar el diagnóstico y su tratamiento puede crear nuevos problemas si los padres no están de acuerdo en lo que se debe hacer.
Los niños siempre deben ver una posición común en sus padres; éstos deben tratar sus diferencias sobre el TDAH y su tratamiento cuando el niño no esté presente. Los padres deben dedicar un tiempo a compartir con serenidad sus opiniones e inquietudes. La comunicación con el médico o terapeuta del niño para obtener más información puede ayudar a resolver conflictos; el médico puede representar para los padres una autoridad imparcial sobre el TDAH.
¿Tiene realmente TDAH nuestro hijo?
A muchas personas les preocupa que, a pesar del rigor del proceso de evaluación, el diagnóstico siga basándose en una opinión subjetiva. Si el niño tiene un TDAH del tipo inatento, puede que los padres no estén de acuerdo con el diagnóstico porque el niño no muestra la conducta típica que se atribuye al TDAH.
En lugar de permitir que esta preocupación provoque una división entre los padres, es mejor que, si uno de ellos no está de acuerdo con los resultados de la evaluación, se siente a hablar con el médico del niño de sus preocupaciones sobre cómo se ha llevado a cabo la misma. El médico podrá explicarle el proceso, responder a sus preguntas y darle ejemplos concretos de cómo afecta el trastorno al niño. A menudo, hablar con el médico sobre el diagnóstico ayuda a los padres a ver las cosas de la misma forma.
El TDAH no es un trastorno o una discapacidad real…
El TDAH es un trastorno neurobiológico que afecta a las funciones ejecutivas. Es una de las enfermedades o trastornos mejor investigados. El TDAH existe y los médicos e investigadores son capaces de señalar los grupos de genes que controlan la expresión de sus síntomas en los grupos de estudio.
Una vez más, contar con la ayuda del médico para comprender el trastorno puede poner a los padres de acuerdo y evitar más discusiones. El médico puede explicar los aspectos científicos del TDAH y su historia médica. Otra posibilidad es leer uno de los muchos libros que tratan del TDAH en la infancia y sobre los conocimientos en que se basa nuestra comprensión de la enfermedad. Un libro útil para ello puede ser The AD/HD Book: Answers to Parents’ Most Pressing Questions [1] de Beth Ann Hill y James A. Van Haren, MD
¿Cuál es el mejor tratamiento para nuestro hijo?
La investigación ha demostrado que el tratamiento multimodal es el plan más efectivo para el TDAH. Este enfoque incluye múltiples intervenciones: aprendizaje del niño y su familia sobre el diagnóstico y el tratamiento, técnicas específicas de manejo de la conducta, medicación y un entrenamiento educativo adecuado. Para los niños, son buenas las rutinas estructuradas y para los adolescentes, el entrenamiento cognitivo o coaching.
La decisión sobre la medicación puede ser muy conflictiva para los padres. En ocasiones, puede haber desacuerdo sobre el manejo de la conducta del niño. En otros casos, uno de los padres puede ser partidario de tratamientos complementarios o alternativos. De nuevo, es el médico quien puede explicar los beneficios de la medicación, disipar las falsas creencias sobre ella y ayudar a valorar otros posibles tratamientos Un especialista en TDAH puede ayudar a los padres a desarrollar un programa de manejo de conducta basado en las necesidades específicas del niño. Los padres también pueden establecer períodos de prueba para diferentes tratamientos y valorar la utilidad de cada uno de ellos para su hijo. De esta forma, los padres pueden desarrollar juntos un programa eficaz de tratamiento para su hijo.
Algunos desacuerdos son difíciles de superar; los mitos y creencias sobre el TDAH pueden pesan tanto como los datos objetivos. En estos casos, los padres han de hacer un gran esfuerzo para dejar a un lado sus emociones y centrarse en lo más eficaz para su hijo. Se puede acudir al médico para obtener información científica sobre el TDAH y acabar con los mitos. El conocimiento sobre el TDAH es a menudo útil para terminar con las polémicas. Por último, si los padres tienen presente que sus desacuerdos se deben a la búsqueda del bienestar del niño, es más fácil que trabajen juntos en buscar soluciones beneficiosas para toda la familia.
[1] En inglés. Una lista de libros para padres y profesores en castellano puede encontrarse aquí (N. de la T.)
Publicado por National Resource Center on AD/HD. A program of CHADD Traducido por la Dra. Elena Díaz de Guereñu