La pediatra María Jesús Ordóñez y el empresario y editor Roberto Álvarez-Higuera han escrito un libro sobre su experiencia hasta descubrir que su hijo de 14 años padece el Trastorno por Déficit de Atención e Hiperactividad (TDAH), en el que intentan romper los tópicos que rodean a estos niños. ( Nana de Juan Barcelona, 23 ene (EFE) ).
"Los niños con esta patología no son un problema, sino que ellos tienen el problema", asegura esta pareja leonesa, autora de "No estáis solos" (Libros Cúpula), que al descubrir la enfermedad de su hijo se dio cuenta también de que el padre sufría el mismo trastorno.
"Nosotros pedimos perdón a nuestro hijo cuando nos dimos cuenta de que sus trastadas, su falta de concentración, sus malas notas en el colegio y su talante eran fruto de una enfermedad y requería un tratamiento médico" y no es que fuera un vago y un mal estudiante, explica la pareja en una entrevista con EFE.
Sin ningún tipo de acritud por haber recibido un diagnóstico tardío por distintos errores médicos, esta pareja anima a los padres en su circunstancia a no cejar en su empeño para dar con el tratamiento adecuado para sus hijos.
"Los niños con TDH no son malos estudiantes o tienen un mal comportamiento por su propia voluntad o como consecuencia de un entorno hostil, sino porque tienen un problema neurológico, genético en muchos casos",asegura la pareja.
Una pareja que, tras este diagnóstico, se ha tenido que reconducir como familia, ya que el propio padre ha sido diagnosticado también de TDAH y se ha puesto en tratamiento médico con fármacos.
"Cuando confirmamos el diagnóstico de nuestro hijo, Roberto se empezó a dar cuenta de sus antecedentes y comprendió que sus muchas trastadas de juventud, sus fallos escolares y el ser considerado el garbanzo negro de un entorno acomodado como el suyo, en el que ni siquiera le dejaron trabajar en la empresa familiar, tenía un motivo médico", subraya María Jesús.
Tras este doble descubrimiento, la familia tomó la decisión de encarar una nueva vida con más calma y, en vez de aceptarlo como un mazazo, decidió "escribir un libro optimista, útil y esperanzador, con grandes dosis de sonrisas, para que la gente no se acompleje de su problemática y sepa que no están solos", asegura la pareja.
Desde que a su hijo le diagnosticaron TDAH, la comunicación entre la familia fluye de nuevo y han podido conseguir que Jaime haya ingresado con 18 años en la Universidad de Madrid para conseguir una doble titulación: Informática y Administración y Dirección de Empresas.
"Pero no todo han sido alegrías, ya que muchos amigos de nuestro entorno nos dieron la espalda y no entendieron nuestro optimismo ante el diagnóstico médico: piensan que es mejor creer que tu hijo es un vago que medicarlo", asevera la pareja.
Los autores de este libro insisten en que el TDAH tiene un tratamiento médico eficaz, que ni los hijos ni los padres son culpables y que es urgente que el paciente sea diagnosticado y tratado a una edad temprana.
El TDAH es la patología neurológica y de la conducta más frecuente en la población pediátrica y afecta a alrededor del cinco por ciento de los niños y niñas, con una media de entre uno o dos alumnos por aula en España, aseguran sus autores.
La atención dispersa, el exceso de impulsividad y unos movimientos constantes y exagerados caracterizan esta enfermedad, con una importante carga genética en más del 70 por ciento de los casos. EFE nj/eb
Noticia publicada en ABC.es